IIFYM, La dieta flexible

Publicado en6 Años hace

Las siglas “IIFYM” quieren decir “if it fits your macros…” (“si se ajusta a tus macros…”).

Según la ideología IIFYM, esta persona, mientras cumpla estrictamente este número de macronutrientes, podría comer los alimentos que quisiese. Sí, estamos hablando de que si en un día le faltan 1500kcal por meter, éstas se podrían rellenar, por ejemplo, con una pizza y un refresco azucarado.Eso sí, hay que calcular todo milimétricamente para llevar a cabo lo mejor posible el aumento o el descenso de peso.

El método IIFYM, hay que decir que, según mi opinión, no todos los biotipos genéticos podrían llevar esta dieta con un éxito al 100%. Una persona con genética ectomorfa (delgada de nacimiento con metabolismo acelerado) o mesomorfa (atlética de nacimiento) tendrían muchas facilidades para seguir este método. Seamos claros y sinceros: ¿quién no conoce al típico individuo del gimnasio que está definido y con vascularización comiendo lo que le da la gana? Decir que no hemos visto a ningún individuo de estas características, sería engañarnos. Para este tipo de genéticas, es un método correcto a niveles estéticos. Solo haría falta controlar la ingesta proteica. El resto, los gramos de carbohidratos y grasas que quisieran.

En cambio, en metabolismos menos acelerados o lentos, es decir, “endomorfos”, no apoyo este método. Ser endomorfo (el típico individuo gordito desde nacimiento) conlleva ser más estricto en la alimentación. No hablo de ser tan sumamente estricto de comer pechuga de pollo hervida sin sal y lechuga sin aceite de oliva. En absoluto. Hablo de no pasarse con la ingesta de carbohidratos, y que éstos sean mayoritariamente complejos e integrales. Un exceso de carbohidratos nos perjudicará a nivel físico (mayores retenciones), a nivel de saciedad (menor nivel de leptina y mayor nivel de grelina, es decir, menor saciedad) y a nivel psicológico (está demostrado que la ingesta excesiva de carbohidratos simples, de alta palatabilidad y refinados está relacionado con mayor ingesta de comida a lo largo del día).

Ahora bien, quiero dejar claro que el IIFYM del que soy partidario es el que se añaden alimentos poco procesados y, al fin y al cabo, sanos. Por ejemplo:

  • Echar salsas caseras (tipo sofritos de verduras) a arroces, pastas o carnes.
  • Consumo de lácteos.
  • Bocadillos con ingredientes de calidad: lomo, jamón, queso…
  • Algún que otro zumo natural…

Los mismos practicantes del IIFYM están hartos de que se les relacione su metodología con la simple comida basura. Es decir, IIFYM no es alimentarte a base de donuts y doritos.

Si quieres echar alguna salsa a tu pollo, se la echas. Si quieres sustituir los hidratos del arroz por los hidratos del pan, lo haces. Es un hábito que para nada lo veo perjudicial.

Esto, para mí, es un IIFYM correcto.

También hay practicantes del IIFYM extremo. ¿Es sano alimentarse a base de refrescos, patatas fritas de paquete o cerveza aunque estén en tus macronutrientes diarios? Obviamente, no. Y ahí quería llegar. Si tu metabolismo te lo permite, puedes añadir un helado, pero no puedes pretender que sean la base de tu alimentación diaria. Y sí, muchos IIFYM  adoptan tales posturas.

Puede que tu genética te permita tener un buen look físico comiendo 5 pizzas semanales y 10 helados, pero tu salud, no. Y eso es innegable.

Conclusión:

IIFYM sano, sí. IIFYM descontrolado, no. Y menos si tu metabolismo es lento como un caracol.

Cojamos lo mejor de cada método. Cojamos la variedad sana de alimentos de IIFYM y la disciplina y alimentos pocos procesados de una dieta culturista.

Según mi modo de ver, la alimentación perfecta para producir hipertrofia muscular de la forma más sana posible, sería:

  • Comer alimentos sanos y poco procesados: carnes, pescados, mariscos, legumbres, arroces integrales, pastas integrales, pan integral, frutas, verduras, frutos secos.
  • Llevar un conteo calórico y de macronutrientes para ajustar la dieta de la mejor manera posible a nuestras necesidades.
  • Si quieres echar un sofrito casero de verduras y aceite de oliva a tus carnes, ¡échalo! No vas a tapar ni vas a dejar de ser culturista por ello.
  • Llevar un control de cada comida lo más riguroso posible. Cosas así me gustan de la dieta culturista, y es que desde que nos levantemos, sepamos más o menos qué comer a lo largo del día.
  • Aunque tengas un metabolismo acelerado y puedas permitirte comer comida basura, no debes abusar de este tipo de alimentos para prevenir enfermedades cardiovasculares, diabetes o ictus.
  • Conteo proteico de 2-2’5g/kg de peso.

 

Al final es lo de siempre: el abuso o el exceso siempre es perjudicial. No puedes decir que eres el más sano por comer pollo, claras y avena, cuando tu conteo final de proteínas es superior a 3g/kg de peso siendo natural, ni tampoco puedes decir que eres el más sano excediéndote de la bollería y de las patatas fritas aunque estén dentro de tus macronutrientes diarios.

Esta es mi opinión como culturista de competición y entrenador personal. Pienso que es una dieta que para la población en general puede estar bien pero cuando hablamos de llevar el físico a otro nivel la cosa cambia.

Andres Cruz Cardona

entrenador personal de TotalActivity

@andrentrenador

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